El Faro de Vigo. Hasta tender la ropa en un cordel con poste a tierra se ha convertido en un lujo cotidiano que envidian quienes cuelgan su colada en un patio de luces. Las estadísticas repiten la sangría demográfica que arrastra el rural de Tabeirós-Terra de Montes pero,a día de hoy, el que más y el que menos desearía vivir en una de esas aldeas que pierden habitantes a pasos agigantados. Se han convertido en refugios durante la tormenta, donde todavía el aire es puro y accesible. Seguir leyendo