Posibles compradores, Jubilados que anhelan la vida en el medio rural o inversores son los clientes potenciales, para un resort de lujo, complejo turístico, teletrabajo, empresa, etc. Prensa La Vanguardia
Tres antiguos señoríos, situados los tres a unos 20 minutos de Pamplona, podrían cambiar su suerte y dejar atrás el abandono al que parecían abocados. Víctimas de los cambios demográficos que han despoblado el prepirineo navarro y otras zonas de la comunidad, estos tres pequeños núcleos rurales están ahora en venta por entre 590.000 y 2,2 millones de euros, esperando una oportunidad de la mano de particulares con alto poder adquisitivo o grandes inversores extranjeros.La tendencia de la venta de aldeas, en auge en comunidades como Galicia, Asturias, Extremadura o las dos Castillas, ha llegado también a Navarra. En el caso de la comunidad foral, no obstante, los precios son superiores a los que se pueden encontrar en otras zonas.
Posibles compradores
Jubilados que anhelan la vida en el medio rural o inversores son los clientes potenciales
Los otros dos señoríos en venta se encuentran a pocos kilómetros, en el término municipal de Esteribar, que abarca todo el valle del mismo nombre. Este municipio, de 26 kilómetros de largo y solo 6 de ancho, cuenta con 28 núcleos de población y algunos señoríos, como los de Zai y Belzunegi, en venta.
Los comercializa la inmobiliaria Aldeas Abandonadas, especializada en la venta de este tipo de propiedades.
“Es cierto que se trata de algo relativamente nuevo en Navarra, donde no hay tantas aldeas abandonadas como en otras comunidades. Al igual que en otras zonas de España, hay un cliente nacional al que le pueden interesar, pero sobre todo un cliente internacional. Hablamos de posibles compradores provenientes de Estados Unidos, Suiza o Alemania”, explica Elvira Fafián, gerente de la inmobiliaria.
En cuanto al objetivo de los clientes potenciales de este tipo de propiedades, desde esta inmobiliaria distinguen varios tipos: “Algunos buscan abandonar su país y montar un negocio en España, mientras que otros quieren jubilarse aquí y ven la oportunidad de hacerse con una propiedad rural, un tipo de bien que hace unos años era impensable que se pudiese vender. También hay jóvenes emprendedores, muchos de ellos españoles, que quieren montar un negocio o que teletrabajan y se pueden permitir vivir en este tipo de entornos”.
En España hay alrededor de 3.000 aldeas o pequeños núcleos de población totalmente abandonados y los expertos señalan que su venta ha venido para quedarse.
ANDER GOYOAGA , La Vanguardia
Tres antiguos señoríos, situados los tres a unos 20 minutos de Pamplona, podrían cambiar su suerte y dejar atrás el abandono al que parecían abocados. Víctimas de los cambios demográficos que han despoblado el prepirineo navarro y otras zonas de la comunidad, estos tres pequeños núcleos rurales están ahora en venta por entre 590.000 y 2,2 millones de euros, esperando una oportunidad de la mano de particulares con alto poder adquisitivo o grandes inversores extranjeros.La tendencia de la venta de aldeas, en auge en comunidades como Galicia, Asturias, Extremadura o las dos Castillas, ha llegado también a Navarra. En el caso de la comunidad foral, no obstante, los precios son superiores a los que se pueden encontrar en otras zonas.
Posibles compradores
Jubilados que anhelan la vida en el medio rural o inversores son los clientes potenciales
Los comercializa la inmobiliaria Aldeas Abandonadas, especializada en la venta de este tipo de propiedades.
“Es cierto que se trata de algo relativamente nuevo en Navarra, donde no hay tantas aldeas abandonadas como en otras comunidades. Al igual que en otras zonas de España, hay un cliente nacional al que le pueden interesar, pero sobre todo un cliente internacional. Hablamos de posibles compradores provenientes de Estados Unidos, Suiza o Alemania”, explica Elvira Fafián, gerente de la inmobiliaria.
En cuanto al objetivo de los clientes potenciales de este tipo de propiedades, desde esta inmobiliaria distinguen varios tipos: “Algunos buscan abandonar su país y montar un negocio en España, mientras que otros quieren jubilarse aquí y ven la oportunidad de hacerse con una propiedad rural, un tipo de bien que hace unos años era impensable que se pudiese vender. También hay jóvenes emprendedores, muchos de ellos españoles, que quieren montar un negocio o que teletrabajan y se pueden permitir vivir en este tipo de entornos”.