Desde hace más de 30 años, la inmobiliaria especializada Aldeas Abandonadas vende todo tipo de propiedades a lo largo de del total de la geografía española. Desde aldeas, haciendas, fincas agrícolas.... hasta palacios, mansiones y castillos...
Un nuevo negocio en auge: la fiebre de la compra de pueblos abandonados
En España hay más de 3.600 entidades singulares deshabitadas
Comprarse un pueblo abandonado cuesta menos que un piso en la ciudad.
Desde aldeas, haciendas, fincas agrícolas.... hasta palacios, mansiones y castillos deshabitados. La despoblación en España es una realidad y en nuestro país hay cientos de pequeños pueblos en los que hace años que ya no vive nadie. En concreto, el territorio español tiene 3.664 entidades singulares (áreas diferenciadas dentro de un municipio) con cero habitantes, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Ante esta realidad, muchas personas se preguntan: ¿Cómo hacer para que esos territorios vuelvan a la vida?
Desde hace más de 30 años, la inmobiliaria especializada Aldeas Abandonadas vende todo tipo de propiedades a lo largo de del total de la geografía española. Desde pueblos deshabitados y ruinosos hasta exclusivas fortalezas medievales.
Aumento del turismo rural
"Nos llegan propiedades de todo tipo, desde edificios viejos que necesitan una reforma urgente hasta propiedades exclusivas", señala Elvira Fafián, gerente de Aldeas Abandonadas. Asimismo, destaca que hay un aumento de la oferta de las aldeas deshabitadas, movido por el auge del turismo rural y por la aparición de ciudadanos, "sobre todo extranjeros", que quieren huir de la vida en la ciudad y buscan la tranquilidad de un pueblo.
En su cartera, explica, aceptan cualquier propiedad del mundo rural. "A partir de ahí, hacemos un análisis del inmueble y de la zona", continúa. Una vez estudiados todos los parámetros establecidos se fija un precio, que, dependiendo del inmueble en cuestión, "puede oscilar entre unos pocos miles de euros y varios millones de euros".
Los lugares con más pueblos en venta son aquellos que han sido más castigados por la despoblación, apunta la experta. Teruel, Palencia, Soria, Burgos, determinadas zonas de Huelva y algunos enclaves de Extremadura... "Hay pueblos listos para entrar a vivir desde los 400.000 euros", explica Fafián. Pero la venta no lo es todo, lo importante reside en la "rehabilitación" de la zona. "La persona que quiere comprar un pueblo tiene que venir con un proyecto y una idea clara, además de tener una amplia disponibilidad económica". La rehabilitación de un pueblo es muy costosa, "podemos estar vendiendo uno por 280.000 euros, pero después de restaurar la zona, su valor puede ascender al millón de euros".
"Hay pueblos listos para entrar a vivir desde los 400.000 euros"
Por ejemplo, desde hace un tiempo, explica, en la zona de Pamplona, la inmobiliaria posee un pueblo que cuesta "en torno a 6 millones de euros". Una aldea prácticamente rehabilitada y en la que vive una familia.
En el otro extremo del registro, la inmobiliaria maneja decenas de aldeas abandonadas, que se venden por algo más de 35.000 euros y están pensadas "para familias o grupos de amigos que quieran reformarlas para vivir en ellas o para emprender su propio negocio en el mundo rural, bien sea una panadería o una pequeña tienda", argumenta Fafián. También hay otros pueblos con casas en mejor estado, "y que pueden llegar a venderse por hasta medio millón de euros".
Análisis de las propiedades
A todo esto, se le añaden otros entramados del proceso de venta, "como los estudios que hay que hacer de cada propiedad", "si hay acceso por camino o carretera o si el pueblo en cuestión tiene algún edificio que no esté en venta". A veces, su trabajo incluye gestiones como negociar con los ayuntamientos qué se puede vender y que no las iglesias, por ejemplo, no se pueden vender, y hay zonas comunales que tampoco, pero sí se ceden, así como los distintos impuestos. Hasta que todo está a punto para empezar el trámite pueden pasar "entre seis meses y un año", asegura la experta.
Todo depende del producto y de lo que quiera invertir el cliente. Aquello que resulta muy complicado, alude Fafián, "es fijar un precio medio en cada una de las ventas". "Tenemos pazos que van desde los 360.000 euros a los 2,5 millones". Y como en las propiedades, los clientes también los hay de todo tipo. "Desde familias que quieren alejarse del estrés de la ciudad a empresarios que buscan negocio en el sector turístico u hostelero".
Tipo de cliente
Pero, sobre todo, incide, el perfil más extendido es el del "extranjero": familias acomodadas de otros países europeos y de América Latina que, por ejemplo, "compran una aldea para remodelarla y pasar periodos vacacionales". De hecho, "hay pueblos o aldeas en las que únicamente se habla inglés, alemán o suizo", sentencia.
Un nuevo negocio en auge: la fiebre de la compra de pueblos abandonados
En España hay más de 3.600 entidades singulares deshabitadas
Comprarse un pueblo abandonado cuesta menos que un piso en la ciudad.
Desde aldeas, haciendas, fincas agrícolas.... hasta palacios, mansiones y castillos deshabitados
La despoblación en España es una realidad y en nuestro país hay cientos de pequeños pueblos en los que hace años que ya no vive nadie. En concreto, el territorio español tiene 3.664 entidades singulares (áreas diferenciadas dentro de un municipio) con cero habitantes, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Ante esta realidad, muchas personas se preguntan: ¿Cómo hacer para que esos territorios vuelvan a la vida?
Desde hace más de 30 años, la inmobiliaria especializada Aldeas Abandonadas vende todo tipo de propiedades a lo largo de del total de la geografía española. Desde pueblos deshabitados y ruinosos hasta exclusivas fortalezas medievales.
Aumento del turismo rural
"Nos llegan propiedades de todo tipo, desde edificios viejos que necesitan una reforma urgente hasta propiedades exclusivas", señala Elvira Fafián, gerente de Aldeas Abandonadas. Asimismo, destaca que hay un aumento de la oferta de las aldeas deshabitadas, movido por el auge del turismo rural y por la aparición de ciudadanos, "sobre todo extranjeros", que quieren huir de la vida en la ciudad y buscan la tranquilidad de un pueblo.
En su cartera, explica, aceptan cualquier propiedad del mundo rural. "A partir de ahí, hacemos un análisis del inmueble y de la zona", continúa. Una vez estudiados todos los parámetros establecidos se fija un precio, que, dependiendo del inmueble en cuestión, "puede oscilar entre unos pocos miles de euros y varios millones de euros".
Los lugares con más pueblos en venta son aquellos que han sido más castigados por la despoblación, apunta la experta. Teruel, Palencia, Soria, Burgos, determinadas zonas de Huelva y algunos enclaves de Extremadura... "Hay pueblos listos para entrar a vivir desde los 400.000 euros", explica Fafián. Pero la venta no lo es todo, lo importante reside en la "rehabilitación" de la zona. "La persona que quiere comprar un pueblo tiene que venir con un proyecto y una idea clara, además de tener una amplia disponibilidad económica". La rehabilitación de un pueblo es muy costosa, "podemos estar vendiendo uno por 280.000 euros, pero después de restaurar la zona, su valor puede ascender al millón de euros".
"Hay pueblos listos para entrar a vivir desde los 400.000 euros"
Por ejemplo, desde hace un tiempo, explica, en la zona de Pamplona, la inmobiliaria posee un pueblo que cuesta "en torno a 6 millones de euros". Una aldea prácticamente rehabilitada y en la que vive una familia.
En el otro extremo del registro, la inmobiliaria maneja decenas de aldeas abandonadas, que se venden por algo más de 35.000 euros y están pensadas "para familias o grupos de amigos que quieran reformarlas para vivir en ellas o para emprender su propio negocio en el mundo rural, bien sea una panadería o una pequeña tienda", argumenta Fafián. También hay otros pueblos con casas en mejor estado, "y que pueden llegar a venderse por hasta medio millón de euros".
Análisis de las propiedades
A todo esto, se le añaden otros entramados del proceso de venta, "como los estudios que hay que hacer de cada propiedad", "si hay acceso por camino o carretera o si el pueblo en cuestión tiene algún edificio que no esté en venta". A veces, su trabajo incluye gestiones como negociar con los ayuntamientos qué se puede vender y que no las iglesias, por ejemplo, no se pueden vender, y hay zonas comunales que tampoco, pero sí se ceden, así como los distintos impuestos. Hasta que todo está a punto para empezar el trámite pueden pasar "entre seis meses y un año", asegura la experta.
Todo depende del producto y de lo que quiera invertir el cliente. Aquello que resulta muy complicado, alude Fafián, "es fijar un precio medio en cada una de las ventas". "Tenemos pazos que van desde los 360.000 euros a los 2,5 millones". Y como en las propiedades, los clientes también los hay de todo tipo. "Desde familias que quieren alejarse del estrés de la ciudad a empresarios que buscan negocio en el sector turístico u hostelero".
Tipo de cliente
Pero, sobre todo, incide, el perfil más extendido es el del "extranjero": familias acomodadas de otros países europeos y de América Latina que, por ejemplo, "compran una aldea para remodelarla y pasar periodos vacacionales". De hecho, "hay pueblos o aldeas en las que únicamente se habla inglés, alemán o suizo", sentencia.
"Desde familias que quieren alejarse del estrés de la ciudad a empresarios que buscan negocio en el sector turístico u hostelero"
Asimismo, la experta incide en el incremento del cliente de origen chino "con alternativas de negocio", sobre todo "en la exportación de alimentos" y en la "creación de hoteles rurales". Además, para muchos de los clientes, el patrimonio cultural e histórico de España es otra de las razones para adquirir una propiedad en el país.
Respecto al cliente nacional, y en relación con los últimos años, "hay un repunte del cliente interior, sobre todo en forma de cooperativas". No obstante, para que estas inversiones vuelvan a dar "vida" a los territorios despoblados, las distintas inmobiliarias encargadas de la gestión del procedimiento, en este caso el que realiza Aldeas Abandonadas, de manera altruista, echan de menos más implicación por parte de las administraciones. "Hay que ayudar a la juventud para que eche raíces en el pueblo y pueda montar su propio negocio", destaca.
El patrimonio cultural e histórico de España es otra de las razones para adquirir una propiedad en el país
A día de hoy, la inmobiliaria cuenta con cerca de 3.000 propiedades que están a la venta, aunque gran parte de ellas no están publicadas y son confidenciales, "ya que hay muchos propietarios que todavía son reacios a mostrar sus inmuebles, sobre todo, por temas relacionados con la herencia", aclara.
Este tipo de transacciones, en opinión de la gerente inmobiliaria, ayudan a combatir el abandono y el éxodo rural que azota a tantas provincias españolas.